lunes, octubre 10, 2005

El talisman


«I got my mojo working»
Muddy Waters

McKinley Morganfield camina sobre el camino lodoso, va bien vestido, con su guitarra en la mano, siete dólares en el bolsillo y un secreto colgado al cuello. No sabe que desde hace veinte minutos un hombre lo persigue, un tuerto de piel muy oscura, que lo observa agazapado detrás de un árbol. Cuando Mckinley entrá al «jook joint» —una casa de madera iluminada por dentro con lámparas de queroseno— el tuerto corre al camino, busca una huella del pie de McKinley. El tuerto recoge el lodo de la marca y lo vacía dentro de una botella de «hot foot powder», una esencia poderosísima de vegetales y minerales. Después entierra la botella y sonríe, ha envenenado el destino de Mckinley.


McKinley despliega, uno por uno, los naipes que agrupa entre sus manos: un as de corazones…, un rey de tréboles…, un tres de espadas…, otro as (ahora de diamantes)… y un diez de espadas. Su rostro permanece impasible, igual que el de sus tres compañeros de juego. Pone diez dólares sobre los cuarenta que ya descansan en la mesa. Dos jugadores abandonan la partida; pero el tuerto que está frente a él paga la apuesta. McKinley conserva los ases e intercambia el resto de las barajas. Su contrincante cambia una sola. Mckinley revisa los naipes nuevos: un tres de tréboles…, un rey de espadas…, y (gotas de sudor se hacen visibles en su frente) un as de corazones.
Mckinley recoge el dinero y abandona la mesa. Se encamina hacia una tarima improvisada. Cuando tomar su guitarra, una mujer grita.
Mientras Mckinley canta, la gente bebe y baila. Desde una esquina una mujer lo acaricia con la mirada, pero desde la otra, un tuerto lo mira incrédulo.
Mckinley lleva en el cuello un lazo del que pende una bolsita de franela roja, dentro de ella hay albahaca, una cola de ratón, un pedazo de naipe, polvo de corteza de coco, un hueso de gato negro, añil, un fragmento de cresta de gallo y raíz de dondiego. Su amuleto no sólo lo protege de accidentes y conjuros, le da suerte en el juego, fortuna con las mujeres y fortaleza sexual. Por siete dólares se lo preparó un Doctor de Clarksdale.